domingo, 3 de febrero de 2013

Los tres osos


Cuento que le contaban a Cristina en Brea cuando era chica en el corro que solía hacer la tía Juliana cuando en agosto daba el frío en rostro.


"Hace mucho tiempo en una  cabaña vivían tres ositos el oso padre, la osa madre y el oso chiquitín. Un día dijo el padre: Mujer pon la sopa, que tengo hambre.
Tenían una mesa y en ella había una silla grande, otra más pequeña y otra chiquitita chiquitita. Puso la madre un plato y una cuchara grande, grande. Un plato menos grande con una cuchara menos grande y un plato chiquitito con una cuchara chiquitita y sirvió la sopa.
Probó el padre la sopa y dice: esto está muy caliente
La madre: esto está muy caliente
El osito chiquitito: esto está muy caliente
El padre: Nos vamos a quemar si nos comemos esto
La madre: nos vamos a quemar si nos comemos esto
El osito: nos vamos a quemar si nos comemos esto
El padre dijo: Propongo una cosa, vayamos al bosque a dar un paseo y así cuando volvamos ya estará la sopa a buena temperatura.
Así lo hicieron. Se fueron al bosque cantando con sus instrumentos musicales y en esto que llegó una niña que se había perdido en el bosque y llamó a la puerta y nadie la abría, pero empujó un poco y vio que estaba la puerta abierta, y vio que estaba la mesa puesta y cada plato estaba lleno de sopa. El primer plato era muy grande y dijo ¡ uy qué grande! Este no me lo puedo comer, y este otro también es muy grande, pero vio otro plato más pequeñito y dijo: ¡ay este sí que me lo puedo comer! Cogió la cuchara pequeña y pim-pam cuchara para allá cuchara para acá se comió la sopa del osito pequeño. -¡qué sueño me está entrando de tanto caminar por el bosque! ¿qué voy a hacer? Y pasó a la habitación donde vio una cama grande, grande, grande; otra cama grande, pero no tan grande y una camita chiquitita muy mona, con flores en la colcha y dijo: voy a probar en esta. Y probando en la cama grande dijo: está muy dura. Y se fue a la otra cama: ¡ay esta también está muy dura! Y se fue a la del osito chiquitito: ¡ay, en esta se está más blandito, qué bien que se está en esta camita! Y se quedó dormida.
Y de pronto se dieron la vuelta los osos y se volvieron a su casa a comerse la sopa y llegaron a la casa y dijo el oso padre: alguien ha probado mi sopa. Y la madre: alguien ha probado mi sopa. Y el osito: ¡alguien se ha comido mi sopa! Y el padre dijo: pues esto es que ha entrado alguien y se lo ha comido. Buscaron, buscaron y encontraron a la niña dormidita y el oso padre dijo: vamos a cogerla ahora mismo y la vamos a dar una paliza y la vamos a echar fuera. Y la madre dijo: pero si es una linda niña, vamos a despertarla y le decimos que porqué se ha comido la sopa. Y dijo el osito chiquitín: no la despertéis, que yo quiero que juegue conmigo. Y eso hicieron, la dejaron dormir hasta que ella sola se despertó, asustada y empezó a llorar: ¡qué me vais a hacer, qué me vais a hacer? Y el oso padre dijo: ¿por qué te has comido la sopa? Y la niña contestó: es que tenía mucha hambre que me he perdido en el bosque. Y el osito dijo: papá no la riñas, no la riñas, que puede ser mi amiguita, que yo quiero alguien con quién jugar. El oso padre dijo: bueno, si se porta bien la tendremos aquí. Vivieron unos días todos juntos alegremente, hasta que un día llegaron los padres de la niña y se pusieron tan contentos de encontrar a su hija allí, y le agradecieron al oso lo bien que se habían portado con ella y se fueron a su casa y fueron todos felices".

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