Nos cuenta José, de Ahigal (Cáceres) que a veces en las heridas (abiertas) de las vacas podían cagar las moscas y entonces podían nacer gusanos (o cocos). Para acabar con esta gusanera hacían lo siguiente: Salían bien temprano al campo y antes del amanecer buscaban una planta llamada guardalobos, entonces se recitaba esta retahíla:
"Buenos días buen varón
cocos tiene el animal
que los cocos se secaran
como tú te has de secar."
Entonces arrancaba el guardalobos y lo tiraba y a los dos días se había curado la gusanera de la vaca.
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